miércoles, 11 de julio de 2007

Diputados entre prebendas y manteles.

Parece mentira, pero cada vez contamos con mayores razones para avergonzarnos de nuestra representación política, pero con especial medida y atención en nuestros delegados de elección popular. Decimos que el Congreso Nacional debe ser el recinto democrático por excelencia, y que sus integrantes -por el favor popular recibido- deben ser quienes personifiquen las cualidades, talentos y fortalezas de sus electores, por quienes comprometen integro su proceder. Pero lo que sucede en realidad es absolutamente contrario, indigno, y molesto. Sabemos que después de la descalificación de los 56 diputados de la oposición, a un grupo mayoritario de sus suplentes no les incomodó disfrazarse con simpáticos velos de tela, cuya procedencia era las cocinas de Carondelet, para en nombre de la “democracia” y de la “estabilidad política” de la República vestir de cuerpo entero esos manteles, que otros los usan para mantener limpias las mesas, y que éstos las usaron para taparse la cara y ponérselos en la cabeza. Ojala todavía a algunos les quede el olor a vergüenza. Entonces ¿como podemos llamar a ese grupo el “bloque de la dignidad” mientras ahora la mitad de ellos se encuentran acusados de corrupción, de exigir prebendas y cargos públicos a cambio de votos, y de chantajear al Gobierno? (!!!)… Este grupo de hipócritas indignan y encolerizan a las provincias de las que proceden. Este grupo de ignominiosos, degradantes e indignos tropezaron con la representación y creyeron poder hacer negocio con la verticalidad de sus brazos en el momento de votar alguna ley al que, por todo esto, le han puesto un precio de arrendamiento. Estos son los famosos diputados de alquiler que nunca faltan en todo gobierno: gente sin escrúpulos que vende su conciencia al mejor postor. Pero ¡qué simpático!, dentro de este grupo se encuentra la primera “mujer del maletín”, y con ella nos referimos a la primera señora que dejó su recato para pasearse en los corrillos congresiles mercando con los votos y conciencias de sus compañeros “dignos” a cambio de canonjías y dinero. Por desgracia Loja entera tiene por quien abochornarse en este grupo. Qué vergüenza para todas las mujeres que trabajan honradamente quienes nunca eligieron a nadie para estos menesteres.

Publicación realizada el lunes 8 de julio de 2007,
Poder Noticias

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